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“VERDADERAMENTE DIOS NO HACE DIFERENCIAS ENTRE PERSONAS”
Definitivamente El encuentro de san Pedro con el capitán romano Cornelio nos brinda pautas tan importantes para reconocer al Dios de la vida, quien se manifiesta con amor y justicia sin hacer distinción entre las personas ni grupos, a pesar que algunos se autodefinen como los únicos y los verdaderos; es el criterio de Pedro, la cabeza visible de la nueva comunidad de hermanos que había formado Jesús, va al encuentro de un “pagano”, queda sorprendido al ver de rodillas ante él con gesto de humildad y de agradecimiento a su apertura. Pedro, con la sabiduría divina le dice: “levántate, porque yo no soy más que un hombre.” Pedro no cae en cuenta que cuando él va al encuentro de un pecador, actúa como Dios. El Dios de la vida y del amor se manifiesta como el que hace nuevas las cosas; Él nos amó primero y en su amor renovó nuestra vida para que sea plena. Jesús insistió en el amor sin medida, porque el verdadero amor es aquel que da la vida por sus amigos, el que sabe renunciar a su8s proyectos e intereses personales. Aquí aparece nuestra identidad: “Todo el que ama ha nacido de Dios.” Que al Pascua que celebramos este domingo nos llene de la alegría del Señor Resucitado, quien renueva nuestras vidas y nos hace semejantes a Él. Nos invita a salir al encuentro de aquellos que aun no han conocido este amor infinito de Dios, quien camina junto a nosotros y en nuestra historia.
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